—He comido, acabo de comer, lo comeré mañana —la señora Qin lo tomó y lo puso en el refrigerador.
—Xiao Hao, ven y charla con tu papá —habló el señor Qin.
Qin Hao caminó hacia allá y se sentó en el sofá. La televisión mostraba el canal de noticias, actualmente transmitiendo las noticias.
Al sentarse, preguntó:
—Papá, ¿la fábrica sigue ocupada?
—Los negocios en la fábrica no van bien. Los coches extranjeros y de joint venture tienen demasiado impacto en el mercado, he oído que nuestra fábrica podría retirarse —dijo el señor Qin.
—Oh, si la fábrica se retira, tú y mamá no deberían trabajar más. Yo los mantendré —respondió Qin Hao.
—Tu papá aún no está tan viejo, ¿cómo voy a dejarte que nos mantengas? Ahora solamente necesitas concentrarte en tus estudios —dijo el señor Qin con una sonrisa.
—Sí, lo sé, Papá.