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Qin Hao acababa de entrar en la Isla Sin Nombre cuando escuchó un caótico murmullo de voces.
Las voces de estas personas eran lo suficientemente altas como para que cualquiera cercano pudiera oír.
—Oye, ¿hay alguna chica aquí? ¿Qué tal si hacemos dúo en la próxima ronda? Te llevaré a la victoria.
—Si eres hombre, salta en el aeropuerto; el que no lo hace es un cobarde.
—Izquierda, derecha, izquierda, derecha, QE QE, los que se queden de pie son tontos, los que permanezcan de pie no ganarán.
—Vaya, mirad, se le está viendo la falda a esta chica,
—Chicos jóvenes, esperando un encuentro en Ciudad P, soy una chica suave y linda.
—Qué voz tan hermosa, espérame, chica, nos vemos en Ciudad P.
—¿Y si es un tipo grande usando un modulador de voz?
—Realmente soy una chica linda, saltaré en Ciudad P, y los que no lo hagan son cobardes.
—Vale, nos vemos en Ciudad P, mira cómo me acerco a ti sin que te des cuenta.
...
—¡10 segundos para que comience el juego!
...
