Qin Hao salió de la tienda de móviles y se dirigió al restaurante de pato asado.
Pasaron los días, y en un abrir y cerrar de ojos, llegó el 22 de junio.
Ese día era crucial para muchos estudiantes que tomaron el examen nacional, ya que las puntuaciones podrían determinar el destino de sus vidas.
A pesar de estar seguro de sí mismo, Qin Hao ahora estaba sentado frente al ordenador sintiéndose nervioso, con las palmas sudorosas.
La señora Qin tomó el día libre solo para ver los resultados del examen de su hijo.
—Ya es pasado de las nueve, ya puedes revisar, rápido —dijo apresuradamente la señora Qin desde detrás de él.
Qin Hao ya había abierto la página web de consulta de resultados del examen nacional y, al escuchar las palabras de su madre, hizo clic en el botón de consulta de resultados del examen.
Apareció un cuadro de diálogo, y rápidamente tecleó su número de identificación en el teclado y luego presionó la tecla de introducir para confirmar.
