—Me encargaré del asunto del patrocinio, lo discutiré con la señorita Zhao. No debería haber ningún problema grande —dijo Qin Hao.
—Muy bien, señor Qin.
Después de colgar el teléfono, una sonrisa fría apareció en el rostro de Qin Hao —Grupo Ruixing, vuestros días están contados.
Cuando llegó a casa, Zhao Yuying estaba charlando con Qiao'er y Han Meng en su casa.
Al ver volver a Qin Hao, Zhao Yuying sonrió y dijo:
—El registro de la compañía de Qin Hao ha sido aprobado, aquí están tus certificados de acciones.
Qin Hao los tomó y los revisó:
—El ochenta por ciento de las acciones, es un poco mucho. Ser capaz de firmar tantos artistas se debió enteramente a tu reputación y estatus en la industria del entretenimiento. Un reparto setenta-treinta sería más razonable.
Zhao Yuying sonrió ligeramente:
—Creo que esto es bastante justo. También aportarás tecnología de producción de películas de alta gama.
