Qin Hao abrió su computadora para revisar y vio que foros e internet estaban casi enloqueciendo, todos discutiendo este tema.
Desde la reacción del público, se podía entender la importancia de la investigación y el avance de los medicamentos contra el cáncer y en tecnología.
Para aquellos que no habían contraído cáncer, era una de sus mayores preocupaciones ya que la incidencia del cáncer era muy alta, y nadie podía garantizar que no lo contraerían en el futuro.
Ahora, el cáncer ya no era una enfermedad terminal, y si las personas lo tenían o no, todas estaban muy felices.
Porque ya no necesitaban vivir en constante miedo.
Qin Hao apagó la computadora y salió al patio, entonces su teléfono sonó, era su mamá llamando.
La Sra. Qin empezó:
—Xiao Hao, tu papá y yo hemos discutido, y estamos planeando visitarte en Ciudad de Jianghai en un par de días.
La cara de Qin Hao se iluminó:
—Está bien mamá, solo avísame cuándo, y voy a recogerlos.
Sra. Qin: