—Xu Jiekang y Yang Su apenas durmieron esa noche, y más tarde, no pudieron contactarse con Qin Hao cuando intentaron llamarlo.
—Después de que la pierna de Xiao Liang se rompiera, lo llevaron inmediatamente al hospital, mientras que la Familia Xiao también comenzó a buscar a Qin Hao.
—¡En Jianghai, nadie se atrevía a tocar a la gente de la Familia Xiao!
—La red de conexiones de la Familia Xiao era vasta, y para las primeras horas, habían recopilado información detallada sobre Qin Hao.
—Cuando Xiao Zhi vio a la Familia Xu detrás de Qin, frunció el ceño.
—Papá, ¿qué deberíamos hacer? —Xiao Quanwu también sentía que la situación era complicada.
—Xiao Zhi dijo: "No te apresures, necesito informar primero a este asunto al viejo".
...
—A la mañana siguiente, dentro de un cierto hotel.
—Xu Siyao abrió los ojos y, al ver al hombre a su lado, una sonrisa dichosa apareció en su rostro.
—Como un gatito, se acurrucó en el abrazo de Qin Hao, saboreando la calidez del momento.