La expresión de Qin Hao era indiferente mientras tomaba casualmente el asiento de honor:
—¿Hay algo que ustedes, caballeros, necesiten de mí?
—¿O quizás planean ofrecer ciento cincuenta millones para adquirir mi compañía?
Su sarcasmo evidente hizo que Wu Fuwei se sintiera tanto avergonzado como enfadado, pero no se atrevió a mostrarlo.
La Compañía de Pato Asado Jiangshan ya no era la recién llegada que acababa de entrar en Ciudad de Jianghai.
Tenían sus propias granjas de patos en Jianghai, capaces de abastecer las necesidades de la ciudad, y se rumoreaba que estas granjas todavía se estaban expandiendo.
La ambición de la Compañía de Pato Asado Jiangshan se estaba revelando gradualmente: la expansión de las granjas de patos no era nada menos que una declaración a todos de que Pato Asado Jiangshan tenía la intención de continuar su frenética expansión.
Fue precisamente por esto que individuos como Lin Helai, Chen Xiaofeng y Wu Fuwei se habían unido para venir aquí.