—Nancy echó un vistazo hacia abajo, sus manos apretadas en sus hombros, las uñas cavando lentamente en su carne, observando cómo él se introducía en ella, su p**** ya lubricado con sus jugos de amor desapareciendo en su núcleo palpitante y reapareciendo más húmedo, brillando bajo la luz de la luna.
—Después de los primeros embates, se quedó inmóvil, tratando de no explotar rápidamente por la exquisita estrechez, sus músculos internos apretándole mientras él la embestía, intentando ordeñarle hasta dejarle seco de todo lo que le quedaba.
—Pronto, comenzó a penetrarla de nuevo, enviando oleadas inesperadas de placer eléctrico subiendo por su cuerpo. Sus manos se desplazaron hacia su espalda, la imagen de aquel tatuaje de lobo en su cabeza mientras imaginaba trazar la cabeza en un movimiento perfectamente translacional.