Su sonrisa se desvaneció, la soltó y se giró antes de responder.
—Quería lo mejor para ti y para tu hermano, ella no lo quería...
—¿Lo conoces? ¿A mi hermano?
Él sonrió de nuevo.
—Debería haber llegado hace un rato, pero los hombres lobo lo están reteniendo... Porque saben que si se reúne contigo, se cumplirán los requisitos y yo seré liberado.
Naomi lo miró con recelo. Los hombres lobo no harían algo irracional, ¿verdad? Había una razón por la que no querían liberarlo. Había una razón por la que su madre no confiaba en dejarlo en sus manos... Pero por miedo a su reacción, no dijo nada, y solo siguió el juego.
—Si regresas con tu hermano, y su compañera... entonces te diré todo lo que necesitas saber. Nuestra familia estaría completa Fiona. ¿No quieres eso?
—Quiero... pero... —Ella frunció el ceño—. Yo... —Si supiera quién era su hermano, tendría que abrirse paso entre la manada de hombres lobo para conseguirlo, eso significaría que ella...
Sus ojos se agrandaron de nuevo.