Con eso, se levantó, haciendo girar las llaves de su coche.
—Termina con esas cosas y encuéntrame afuera más tarde. Hoy saldremos, ¿sabes? —Con eso, recogió los archivos del suelo y los colocó sobre la mesa antes de salir, sin darle a su primo menor la oportunidad de disentir.
Mientras Barton bajaba, encontró a Dora acurrucada en el sofá de la sala mascando un snack mientras escribía algo en su cuaderno, con la voz de una persona formal explicando algo que sonaba en el portátil frente a ella.
Se quedó detrás de ella durante un minuto y observó lo que estaba haciendo con una mueca de desprecio en su cara. Después de un rato, se inclinó sobre el sofá de modo que su cabeza estuviera al lado de la de ella antes de quitarle bruscamente el auricular que tenía en su oído.
—¿Eh? Da... —Su sonrisa desapareció y recuperó su paquete de auriculares—. ¿Qué quieres?
—Lo estás haciendo mal —señaló su libro.