La mandíbula de Liliana se desencajó.
—¿Koan? ¿Mi primo? ¿Se acurrucó contigo? ¿Como... te abrazó por detrás? ¿Y ustedes dos no tuvieron sexo? ¿Simplemente... te abrazó? —preguntó atónita.
Nancy frunció el ceño un poco.
—¿Por qué te resulta más fácil creer que tuvimos sexo y no que simplemente se acurrucó conmigo? —replicó.
—Porque Koan es mi primo. Conozco a ese imbécil como conozco mi color favorito. Él no hace esas cursilerías de amor. Él no saca a sus mujeres a citas, no hace juegos previos, no se acuesta con la misma mujer dos veces y nunca había acurrucado a una mujer antes, dudo que incluso haya dormido con una. Es solo sexo y luego estás dejando su cama después del clímax —explicó Liliana con certeza.