—Ven conmigo a la manada de la luna de sangre —dijo Brittany.
Naomi la miró como si estuviera un poco loca.
—¿Te das cuenta de lo que estás sugiriendo... yo... no puedo!
—¿Por qué?! —se veía exasperada Brittany.
—No puedo arriesgarme a poner en peligro a otra manada.
—Nosotros protegeremos...
—Brittany —ella interrumpió con una mirada seria y mortal en su rostro—. No puedo. No lo haré.
—Pero...
—Eso es definitivo —Naomi suspiró sintiendo su corazón apretarse por la mirada dolorosa que Brittany le dirigía.
Royce y Talia de repente aparecieron en la esquina, vestidos y listos para irse.
—Cariño. Vístete ya —Royce sugirió estrechando sus ojos hacia Naomi cuando notó el ánimo caído de Brittany.
—Yo... llamaré —Naomi logró decir solemnemente, viendo cómo el ánimo de Brittany se agriaba.
Ella miró una última vez a Naomi antes de darse la vuelta, los labios de Naomi se partieron en desesperación e impotencia al ver su espalda retirándose como un cachorro rechazado.