—¿Hay algún problema?
—Los atractivos ojos de Zhong Ling miraron fijamente a Wang Ye mientras le hacía una dramática mueca —No digas tonterías; la cabina está justo delante. ¿Cómo podría haber un problema con la cabina?
—Solo tengo un presentimiento; no es seguro que haya un problema.
—Eso es lo que dijo, pero la expresión de Wang Ye era muy seria —se levantó y le dijo a Zhong Ling—. Quédate aquí y espera por mí; iré al frente para verificar.
—Está bien.
—Zhong Ling se encogió de hombros, sintiendo que Wang Ye podría haber visto demasiadas películas. Los secuestros son cosas que ves en películas y programas de televisión, pero ¿cómo podría realmente suceder en la vida real? Para ella, tales incidentes se sentían increíblemente lejanos.
—Solo dos o tres minutos después de que Wang Ye se fuera, la voz de la azafata sonó por el sistema de PA —Queridos pasajeros, nuestro avión ha sido tomado por criminales; espero...