La voz de Yang Xing estaba llena de intención despiadada, sus ojos rebosantes de ira mientras miraba hacia Wang Ye.
—¡Sí!
Al escuchar las palabras de Yang Xing, varias personas respondieron y estaban a punto de llevarse al Viejo Li y su grupo.
—¡Esperen!
Entonces resonó la voz de Fang Feifei.
Fang Feifei, la nieta de Fang Cunshan, ahora comandaba la atención con su grito. Las personas a su alrededor no se atrevían a tocarla y en cambio dirigieron sus miradas hacia Fang Cunshan dentro de la sala de reuniones.
—Mi querida nieta, tu abuelo está a punto de hablar con ellos, junto con el Maestro Wang. Ustedes deberían ir a descansar al costado —dijo Fang Cunshan a Fang Feifei.
—No puedo, quiero saber de qué se trata esto también —respondió Fang Feifei, que generalmente obedecía a Fang Cunshan, desafiante esta vez.
Quería persuadir a su abuelo.