Aunque Fang Feifei no dijo nada, se podía ver un rastro de sentimiento en sus ojos.
Incluso para la Familia Fang, era imposible comprar un distrito de villas en Ciudad Zheng He.
Después de todo, no tenían tanto flujo de efectivo.
…
Al día siguiente.
Temprano en la mañana, Wang Ye recibió una llamada de su hermana mayor en las artes marciales, Xia Qingxin.
—¿Cómo estás? —preguntó Xia Qingxin acerca de la situación actual de Wang Ye y, al enterarse de que no le había pasado nada, le regañó por no haberle informado y preocuparla innecesariamente durante tanto tiempo.
Después de apaciguar a Xia Qingxin con unas pocas palabras, Wang Ye colgó el teléfono.
Después, Wang Ye, junto con Fang Feifei y Su Wanqing y llevando consigo al Viejo Li, fueron de compras a Plaza Erqi.
En la superficie, la excursión de compras parecía ser para Fang Feifei y Su Wanqing, pero en realidad, Wang Ye compró muchas cosas para el Viejo Li.
A las seis de esa tarde.
