—¿Qué? —Al escuchar las palabras de Qin Chen, los ojos de Shen Fei se agrandaron. Claramente, no esperaba que Qin Chen fuera tan osado.
—Se dice que eres el Todolo Sabe de la Secta del Demonio del Desmantelamiento, ¿no hay nada que no sepas? —preguntó Qin Chen.
—Si te digo, ¿me dejarás ir? —Shen Fei reprimió la furia en su corazón.
—¡Ahora mismo, no tienes el privilegio de negociar conmigo! —La Hoja Demoníaca Sedienta de Sangre de Qin Chen tembló ligeramente.
La tez de Shen Fei se volvió desagradable. Después de todo, ¡él era un Maestro Demonio de la Secta del Demonio del Desmantelamiento! Y ahora, su estatus se había reducido a tal que ni siquiera tenía el privilegio de negociar.
—¡Entonces pregunta! —Shen Fei dijo con una expresión oscura.
—¿Conoces a alguien llamado Qin Wen? —preguntó Qin Chen.
—¿Qin Wen? ¿Cómo sabes que su nombre es Qin Wen? ¿Quién eres tú? —La expresión de Shen Fei de repente se tornó en una de shock, totalmente anormal.
