Al ver a Luu Tianxue en tal estado ahora, Qin Chen no sintió piedad en su corazón.
Él sabía.
—Si él hubiera sido el derrotado hoy, incluso si Luu Tianxue no lo matara ahora, definitivamente lo mataría después.
Además.
Hace tres meses, Luu Tianxue lo había tratado de la misma manera y ¡le había quitado su cultivación!
Hoy, lo que Qin Chen hizo fue simplemente hacer que Luu Tianxue experimentara lo que él había sentido hace tres meses.
—¡Y Luu Zhen Nan, Luu Hei, Lu Chengze, pronto vendré a cumplir la cita! —exclamó.
En ese momento, el aura asesina que había permanecido oculta en el corazón de Qin Chen durante tres meses completos estalló completamente.
—¡Él realmente incapacitó a Luu Tianxue!
—¡Dios mío, no tiene miedo de la represalia de la Secta de la Espada del Cielo Azul!
—¡Se ha vuelto loco! ¡Esto es realmente una locura!
Al ver a Qin Chen incapacitar la cultivación de Luu Tianxue, todo el Salón del Estado del Trueno lo miraba con incredulidad.
