—Esta es una Bestia Demonio de Quinta Capa de Condensación Yuan, ¡un solo golpe de sus garras podría convertirte en una hamburguesa de carne!
La cara de Shen Mirui estaba llena de horror.
Ella sentía que Qin Chen estaba actuando como un loco.
—Sé que lo es, por eso elegí al Oso Malvado Espíritu Demoníaco y no a otra bestia demonio —dijo Qin Chen con una sonrisa.
También sabía cuál sería el resultado si enfurecía a una Bestia Demonio de Quinta Capa de Condensación Yuan.
Pero.
Qin Chen no era tonto, y no iría en busca de la muerte sin certeza.
—El Oso Malvado Espíritu Demoníaco, inmensamente fuerte, pero tiene una debilidad significativa, y eso es su velocidad, la cual pienso usar a mi favor —dijo Qin Chen, sonriendo.
—¡Aún no está bien, es demasiado peligroso, un poco de descuido, y podrías morir! —Shen Mirui sacudió la cabeza con resolución.