Se dirigió al mostrador de registro del Pabellón del Tesoro Espiritual.
—¿Has elegido este sable?
El Anciano Guardián del Pabellón del Tesoro Espiritual, al ver el tesoro espiritual que Qin Chen había seleccionado, mostró instantáneamente una cara llena de sorpresa.
—Tiene un destino conmigo.
—Qin Chen dijo con una sonrisa.
Al oír esto, el Anciano Guardián se quedó momentáneamente atónito, y luego rió.
—Dado que tiene un destino contigo, entonces es tu encuentro predestinado. Este sable ha existido en nuestra Secta del Cielo del Trueno durante más de cien años, y hoy te lo llevas, lo que podría considerarse el encontrar a su verdadero maestro —dijo el Anciano Guardián entre risas.
Qin Chen asintió con una sonrisa.
Estaba extremadamente satisfecho con esta Hoja Demoníaca Sedienta de Sangre.
En sus ojos, aunque la Hoja Demoníaca Sedienta de Sangre era actualmente solo un Artefacto Primordial de Grado Bajo.
Él creía.