Abrí los ojos, pero todo estaba borroso. Puedo escuchar voces conocidas, pero lo que más siento después del dolor y la tristeza es el contacto cálido y hormigueante que está cubriendo mis manos.
—Ella definitivamente me va a volver loca —puedo escuchar la voz de Layla— no, ya estoy loca.
—¿Puedes callarte, Layla? ¿Puedes ayudarme a despertarla en lugar de solo hacer tu drama? —esa era la voz de Mateo, y estaba realmente enfadado... {¿qué hizo Layla para enfadarlo tanto ahora?}
—¿Quién puede dormir cuando ustedes idiotas no paran de ladrarse el uno al otro como perros rabiosos? —murmuré y limpié las lágrimas para ver claramente... {No quiero dejar esa cosa cálida... pero estas estúpidas lágrimas... aaahhh}... —Ahora dime, ¿por qué interrumpieron mi sueño de belleza? Me alegra que me haya despertado de esa pesadilla.
