—Solo yo sé cómo me contuve de preguntarle sobre la bestia... {No creo que sea la bestia. Si una persona tiene el coraje de infiltrarse en la manada real en presencia del rey y matar a alguien, seguramente no va a tener miedo de un arma}. ...
—Entonces, experimentaste en un hombre lobo, y nadie lo sabe —le pregunté con una falsa diversión, y él sonrió con orgullo.