Estaba sentada en el árbol y vigilando cuidadosamente las fronteras cuando recibí la llamada de Layla.
—Hey, perra —me dijo en cuanto contesté la llamada... {Todavía no entiendo por qué me llama perra cuando en realidad ella es realmente una perra}
—¿Vas a venir al baile de compañeros? —le pregunté con esperanza, y cuando no me respondió por unos segundos, supe que no vendría.
—El rey alfa asistirá al baile de compañeros, así que Ellon y yo tenemos que quedarnos aquí —tomé una respiración profunda—. Vendremos a verte pronto, Addy —me dijo, y yo asentí.
—Está bien, Layla, solo quería compartir algo contigo —no les he contado sobre mis pesadillas o mis sentidos.
—¿Hay algo mal, Addy? —me preguntó preocupada, y escuché la voz apagada de Ellon desde atrás preguntándole con quién estaba hablando.
—Todo bien, Layla, no es nada importante. ¿Cómo está Ellon? —le pregunté.