—¡Helanie! —Kaye tomó mi mano, intentando alejarme, pero ya no podía sentir mis piernas. Mi visión se nubló por las lágrimas mientras Kaye me rodeaba con sus brazos para cargarme. Podía sentir su fuerza, pero aun así luchaba por moverme de mi lugar.
—¡Jajajaja! —La risa de Rune resonó en el aire, su cabeza desapareciendo entre las nubes.
—¡Mátenlos! —Mientras mi falsa madre gritaba, encontré a Kaye parado frente a mí, poniendo su mano en mi pecho.
—No permitirás que ganen; tú eres mi compañero. Juntos, somos más fuertes de lo que puedan imaginar —su cálida mano se deslizó bajo mi camisa para tocar mi piel, descansando sobre mi corazón.
—¡Ahhh! —Jadeé, despertando.