—¡Paren esto! —grité, interponiéndome entre ellos y extendiendo mis brazos para separarlos.
—Hemos estado bajo la mirada de los entrenadores debido a lo que ha estado ocurriendo en nuestro grupo. Una discordia más y nuestro grupo entero será castigado o incluso podríamos ser suspendidos —grité, y ellos se quedaron en silencio.
Jenny dio pasos lentos hacia Lamar. Sus ojos mostraban cuánta rabia tenía en ellos. Murmuró:
—No tenías ningún derecho a jugarme así. No creo que hicieras algo porque querías algo serio conmigo o porque querías sacarme de la jaula de Rayden.
Una gran lágrima rodó por su rostro, pero se la sonó para añadir:
—Pero dime, ¿dónde está mi cosas que me robaste?
—¿Qué te robó? ¿Es algo de marca? —preguntó rápidamente Penn a su hermana, cuyos ojos estaban fijos en Lamar.