—Ahora vamos. Necesitas volver a tu academia y asegúrate de decirles a tus amigos que paren con sus rarezas —gritó Norman desde arriba de sus hermanos, quienes no parecían muy contentos.
Pero estaban demasiado ocupados juzgando a Emmet mientras él arrugaba la carta con rabia.
—Menciona a una chica guapa y de repente el alcohólico está creciendo una espina dorsal —escuché a Kaye hacer un comentario mientras caminaba pasando a los hermanos para seguir a Norman, y sabía que era hacia Emmet.
De repente, me sentí muy mal por Emmet. Lo que lo hacía beber era pasado por alto. Le llamaban esos nombres sin mencionar lo que lo llevó a ser así.
Después de vivir mi propio trauma, me he dado cuenta de que el comportamiento de otros usualmente proviene de un trauma profundo de algún tipo.