"¿Por qué eres así?" pregunta mi actual novia y prometida, con una decepción y frustración palpables en su voz. Después de trece años de relación, con más altas que bajas, o por lo menos eso creo yo, siempre he luchado por nuestra relación pero nunca te he contado cómo fue mi vida cuando era más joven. Claro que te he compartido mucho, pero nunca todo... por miedo a que te asustes o pienses mal de mí.
Desde que tengo memoria mi hermano mayor fue una figura muy importante en vida, una especie de figura a seguir y superar yo tenía diez años, una familia disfuncional y mucho tiempo solo por lo cual jugaba mucho con mis amigos, eran los 90s en una isla pequeña y muy segura de apenas 7km de largo y 2km de ancho así que los niños podíamos salir a la calle en el centro o a sus hermosas playas incluso a altas horas de la noche completamente solos corríamos, nadábamos e inventamos juegos para entretenernos y pasar fuera de casa la mayor parte del día o lo más posible, pues en casa no la pasaba muy bien.
Mi hermano siempre fue el chico cool entre sus amigos o así lo veía yo, pues el siempre estaba rodeado de ellos y de niñas con las que salía, una diferente cada que lo veía, el fumaba y tomaba a sus 15 años salía a las discos y asia cosas de grandes a el parecía que no le afectaba en nada lo que pasaba en casa, así que yo quería ser como el.
Como todo niño empecé a imitar su forma de hablar y algunas acciones que él hacía frente a mis propios amigos como decir groserías, ser más seguro e incluso fumar o intentar fumar a escondidas claro. Un día mi hermano descubrió a un grupo de niños intentando fumar detrás del parque; después de correr a mis amigos, me quitó el cigarro y me dijo de manera muy seria que nunca le dijera a nuestros papás que él fumaba y que yo nunca lo hiciera, pues no era para nada bueno, recalcando que si yo lo delataba, él nunca más confiaría en mí.
Yo sabía que él me quería mucho a pesar de que a veces me golpeaba por ser muy molesto. En mi mente, sin embargo, se formó una idea: algún día sería como él, o quizás incluso mejor que él. Porque para mí, él lo tenía todo: muchos amigos, era el centro de atención y tenía una seguridad irresistible con las niñas. Yo también quería tener todo eso.