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En las lejanías de Konoha, en un bosque, se escuchaban los sonidos de los rayos. De vez en cuando, varios relámpagos caían del cielo.
Sasuke, que se encontraba entrenando, ya había pasado tres meses desde que llegó a este mundo, pero ahora estaba pensando en cómo evitar la academia ninja. La única opción que tenía en este momento eran los clones de sombra, pero ¿cómo obtener esa técnica?
Es obvio que no se la darán a un alumno de la academia ninja; si ni siquiera es una técnica disponible para genin, mucho menos para un alumno de la academia.
Así que, ¿cómo conseguirla? Sasuke pensó y pensó, pero no pudo encontrar una forma concreta de obtener esa técnica.
Sasuke dejó de pensar en eso y miró los nuevos movimientos que estaba desarrollando.
Rápidamente, concentró rayos en su mano derecha. De repente, el sonido de miles de pájaros resonó por todo el bosque.
Al escuchar el chillido, Sasuke miró la concentración de rayos en su brazo, dirigió su mirada hacia un árbol y, corriendo a gran velocidad, impactó su mano contra él.
Se escuchó el sonido de las ramas rompiéndose; el árbol fue partido a la mitad sin esfuerzo. Sasuke lo miró y sonrió.
Estaba intentando copiar el Chidori de Kakashi. Este era un gran movimiento con muchas variantes.
Sasuke también estaba realmente sorprendido por el poder de la Thunder Fruit; era realmente poderosa. Estaba emocionado, al menos mientras creciera y desarrollara la fruta, estaba seguro de que llegaría a la cima de este mundo. Además, los rayos junto con el Sharingan eran simplemente una pareja hecha en el cielo.
Sasuke, que estaba pensando, no notó a un peli blanco que lo observaba con sorpresa.
Sus ojos no dejaban de temblar de asombro. Era Kakashi, el ninja que copia, un famoso jōnin de Konoha. Él era el encargado de proteger a Uchiha Sasuke.
En estos meses, había quedado sorprendido por las acciones de Sasuke, pero al ver el control de los rayos que demostraba, era simplemente ridículo.
Sin duda, Sasuke era un genio. Ese pensamiento era el que Kakashi tenía en mente.
No había visto a alguien tan talentoso en años. Kakashi no pudo evitar suspirar; Sasuke sería uno de los pilares de Konoha en el futuro.
Sin más, Kakashi dejó estos pensamientos y siguió vigilando, atento a los movimientos de Sasuke.
Sasuke, que no sabía nada de la vigilancia de Kakashi, siguió entrenando unas horas más. Después de eso, llegó a su casa y durmió profundamente.
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Fin.....