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Los Susurros de emily

Lautaro_Rolon
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Synopsis

Chapter 1 - la paradoja

Era una fría noche de invierno de 1995 en la cuidad de Berlín. Tenia el cuerpo adormecido, las manos manchadas de un rojo vivo y rondaba un fétido olor metálico. Aun lamento no poder haber hecho mas que presenciar aquella desagradable imagen.

Quien hubiera pensado que aquel respetable vecino le provocaría tal daño a mi amor que terminaría derrumbando mi más profundo mundo interno.

Con una profunda tristeza y un dolor de ensueños, sostuve en aquella fría y deplorable habitación, su suave cuerpo sin tener la más mínima idea lo que podría llegar a hacer. Cada segundo que pasaba era un sufrimiento insoportable, como si el

tiempo estirara de forma tan dolorosa a mi mente que la terminara dejando atrapada en un torbellino de completa angustia y desesperación. Al ver que intenta respirar, una brillante idea se me viene a la mente; te ayudare a seguir viviendo, decía con una gran sonrisa de locura en el rostro, llenándome con el olor a alcohol, agarro el frio cuchillo y lentamente acaricio aquel suave estomago suyo.

10 días pasaron y el tiempo seguía fluyendo junto con las voces de mi cabeza que no paraban de hablarme al oído sobre aquella trágica noche:

- acepta de una vez que disfrutaste de la amabilidad que ofreciste Emily-me decía con un leve susurro al oído-

- Deja de molestarme por favor- respondía mientras miraba al cielo con lagrimas en los ojos.-

- Fingir algo que no eres es un castigo para tu mente, no intentes ocultar tu nuevo ser- decía con una melodiosa voz-

- No me molestes mas, no existe algo nuevo en mi, sigo siendo yo por mas oscuras noches que pase -decía mientras rezaba que esta tortura paranoia termine.-

- no podrás sentirte del mismo modo por mas que busques compañía al mirar al cielo. Acepta aquello que tu corazón no deja de anhelar.-decía con un cautivador tono gélido a un costado de mi oído-

Los días transcurría y no lograba olvidar aquella sensación de alivio, aquellos gritos de haber sacado cada parte de su ser. Un sentimiento único, era tanta calma lo que sentí en aquel momento, como si sobre un rio de hojas carmesí flotara, mientras acariciaba cada oscuro rincón, sentía un escalofrió recorrer mi espina dorsal, la textura rugosa áspera bajo mis dedos era como un recordatorio constante de la oscuridad que habitaba en aquel lugar. Cada contacto con aquellos rincones ocultos despertaba una curiosidad malsana en mi, una atracción hacia lo desconocido que me sumergía en un abismo de fascinación y temor.

Luego de 6 días de completa presión mental, decido salir a la tienda junto a un cielo que reflejaba lo mas oscuro del extenso mar. Con una gran sonrisa saludo a la bella cajera, quien con asco miraba la respetable sonrisa que le daba. Quien hubiera

pensado que otra oscura noche se convertiría en un inolvidable infierno.