La sala está sumida en un silencio abrumador. Las pesadas puertas detrás de los cazadores parecen una prisión sellada, y la estatua sentada en su trono, con su expresión imponente, observa cada movimiento. De repente, sus ojos brillan como antorchas encendidas, apuntando directamente hacia Jang Min-Ho.
La luz se intensifica, como si la estatua estuviera lista para disparar un rayo destructor.
Jang Min-Ho reacciona instintivamente. Con un rápido movimiento, se agacha casi hasta el suelo, evitando por milímetros el rayo que estaba a punto de lanzarse hacia él.
Jang Min-Ho (pensando, con el corazón desbocado):
"¡Si mi teoría no es correcta... esto será mi fin!"
Con cuidado, alza la vista hacia la estatua. Los ojos brillantes que amenazaban con disparar se apagan de repente. El aire se enfría, pero la tensión no disminuye.
Jang Min-Ho (piensa, con una mezcla de asombro y terror):
"¡Ya lo entiendo! ¡Por fin entiendo el significado del primer mandamiento!"
Jang Min-Ho (gritando con todas sus fuerzas):
"¡¡¡TODOS!!! ¡¡¡ARRODÍLLENSE ANTE LA ESTATUA!!!"
Hang-Woo (sorprendido y enojado):
"¡¿JANG MIN-HO, TE VOLVISTE LOCO?!"
Bak-Hwa (confuso y molesto):
"¡¿QUÉ ESTÁS DICIENDO?!"
Kim Jae-Hyun (fijando la mirada en Jang Min-Ho):
"Te diste cuenta de algo, ¿cierto?"
Jang Min-Ho (con seriedad):
"Sí. La estatua solo ataca a quienes están erguidos o se mueven más allá de una cierta altura. El primer mandamiento dice 'Adora al Señor'. Eso significa que debemos inclinarnos literalmente ante él."
Con determinación, Jang Min-Ho se arrodilla completamente, casi tocando el suelo con el torso.
Jang Min-Ho:
"¡Así que, cuando te arrodilles ante él... no te atacará!"
Kim Jae-Hyun (mirándolo con desconfianza):
"Esto no es solo una corazonada, ¿verdad?"
Jang Min-Ho (suspirando):
"Por ahora... lo es."
Kim Jae-Hyun (resignado):
"Bien... no tenemos otra opción."
Uno a uno, los cazadores comienzan a arrodillarse. Algunos tiemblan de miedo, otros dudan, pero todos entienden que no tienen otra alternativa. Incluso Jin Seon-A, quien no puede contener las lágrimas, se inclina temblando incontrolablemente.
La sala vuelve a quedar en silencio. La estatua apaga sus ojos brillantes, como si aceptara su sumisión. Sin embargo, una sensación extraña comienza a envolver el lugar.
La estatua esboza una sonrisa lenta y maliciosa. Su rostro inmutable cambia por completo, mostrando un desprecio absoluto hacia los humanos.
Bak-Hwa (mirando horrorizado, piensa):
"¡¿Qué pasa con su cara...?!"
Jang Min-Ho (con el cuerpo rígido, piensa):
"¡Su expresión ha cambiado! ¿Qué significa esto? ¿Cuántas veces ha ocurrido esto antes? ¿Cuántas personas han muerto aquí? ¿Cuánto tiempo tendremos que mantenernos así?"
De repente, Bak-Hwa levanta la cabeza, rompiendo el silencio.
Bak-Hwa (con alivio):
"¡Parece que dejó de atacarnos!"
Hang-Woo (desconfiado):
"No lo creo..."
Bak-Hwa:
"¡Mira! ¡Sus ataques se detuvieron! ¡Eso significa que estamos a salvo!"
Con entusiasmo, Bak-Hwa se pone de pie, mirando a los demás.
Bak-Hwa (emocionado):
"¡Miren! ¡Estamos vivos! ¡Sus ataques realmente han parado!"
Hang-Woo:
"¡Es cierto! ¡No está haciendo nada!"
El suelo comienza a temblar de nuevo. La estatua, con un movimiento imponente, se levanta de su trono. El estruendo es ensordecedor. Una grieta se abre en el suelo cuando la estatua apoya su pie con fuerza.
Hang-Woo (gritando, retrocediendo):
"¡¿Esto no ha terminado?!"
Kim Jae-Hyun (gritando):
"¡JANG MIN-HO! ¿TIENES ALGÚN OTRO PLAN?"
Jang Min-Ho (sudando, con pánico):
"¡No lo sé! ¡Ni siquiera estoy seguro de lo que hice hasta ahora!"
La estatua avanza, cada paso resonando como un trueno que sacude la sala. Su sonrisa macabra no desaparece.
Jang Min-Ho (gritando desesperado):
"¡Espera! ¡Esta mazmorra tiene reglas específicas! ¡Primero, adorar al Señor! ¡Segundo, alabar al Señor! ¡Esa es la clave!"
Todos (confundidos):
"¡¿Alabar?! ¿Qué significa eso?"
Un cazador de rango D, armado con su fe, toma la iniciativa. En su mano sostiene un crucifijo, su voz tiembla mientras se adelanta.
Cazador:
"¡Si es alabar, puedo hacerlo! ¡Cantaba en el coro de mi iglesia!"
Comienza a cantar, su voz intenta ser firme, pero el miedo es evidente.
Cazador (cantando):
"Me acerco al Señor, hazme de nuevo, y viérteme tu gracia..."
La estatua detiene brevemente su avance. Todos contienen el aliento.
Hang-Woo (sorprendido):
"¡¿Está funcionando?!"
Bak-Hwa (mirando incrédulo):
"¡Se está moviendo más lento!"
Jang Min-Ho (con los ojos muy abiertos, piensa):
"¡No...!"
La estatua sonríe aún más. Un destello maligno cruza por su rostro.
Jang Min-Ho (gritando en su mente):
"¡Está alabando al dios equivocado!"
La estatua, con un movimiento brutal, aplasta al cazador bajo su pie. El sonido es seco y la sangre salpica por toda la sala.
El terror se apodera de todos. Los cazadores se congelan al ver la escena, sin saber cuál será su próximo paso.