Al fín..., no podía creerlo pero el día finalmente había llegado. Hoy era mi sexto cumpleaños. Almenos en esta vida...

Me llamo Azgar, no se como llegué a este mundo y mi pasado no es relevante, pero siempre hay algo que me ha fascinado de este lugar:

Desde q soy pequeño mis padres me contaban historias de grandes heroes, magos poderosos, dragones y toda clase de aventuras. Al principio pensaba q eran solo eso, leyendas. Pero pronto entendí que..., la magia en este lugar no era mera fantasía, era algo real y palpable. Y justo por eso estoy tan emocionado hoy!

Este día recibiré el mejor regalo de toda mi existencia... LA MAGIA! Verán, al parecer las capacidades mágicas despiertan en los humanos a la edad de 6 años. La ceremonia del despertar era algo muy importante, sobre todo entre la nobleza

«Nervioso renacuajo?» Una ronca voz me sacó de mis pensamientos. Al mirar a mi costado me topé con la severa mirada y molesta sonrisa de mi padre. Aunque mas q al costado tenía que alzar mi vista al cielo..., como mierda era tan alto? Espero heredar algo de eso...

Este manojo de músculos era Aaron, rey de Ur, uno de los reinos del imperio Cenario. A si, olvidaba mencionarlo pero para mi suerte nací como un noble, en concreto: Soy el 2do principe del reino de Ur

«Para nada musculitos» Le dije en tono provocativo. Aunque la verdad estaba algo nervioso. Habíamos sido invitados al palacio en la capital del imperio. Todo debido a una extraña casualidad... al parecer el príncipe Markus, hijo del Rey Mago cumplía hoy también sus 6 años, por lo que la ceremonia del despertar de ambos se realizaría en conjunto...

«Preparado para ser humillado?» Una extraña sonrisa se dibujó en el rostro de mi padre al decir la frase mientras rascaba su rojiza barba

«Jum? Por que lo dices?»

«Enserio lo preguntas? Quieres ser el mago mas fuerte y no eres lo suficientemente listo para darte cuenta solo? JAJAJA. El hijo del Rey mago probablemente nos sorprenda con una excéntrica magia, mientras tu... todos sabemos cual será tu afinidad»

«Tsk! » Chasqué la lengua en protesta, aunque razón no le faltaba

Verán, todos tenemos un elemento al que somos afín. La afinidad depende de varios factores, pero el principal es la herencia, tanto mi padre como madre poseen afinidad hacia al fuego por lo que..., eso no me dejaba muchas mas opciones

«Deberías ser mas considerado con tu hijo sabes...?»

«Jejeje, no recuerdo haberte criado tan sensible...»

Mi crianza si que fue un tanto... peculiar, mostré grandes conocimientos desde pequeño, bueno, los recuerdos de una vida pasada ayudaron bastante. Para mi sorpresa mi padre biológico en este mundo y yo teníamos muchas similitudes, pero nuestros intereses eran distintos, vivíamos en discusiones a causa de esto, pronto nos acostumbramos a discutir como adultos... aunque el resto de los nobles suelen sorprenderse al ver como Aaron ofende a su hijo de 6 años jsjjs, mi madre siempre lo regaña por olvidarse de mantener las apariencias en público

«Calla maldito viejo, ni siquiera me has dado crianza»

«Ohh... ahora me acusas de mal padre? Que cruel...» Dijo fingiendo un gesto de dolor llevando su dedo a sus ojos, aunque incapaz de quitar la sonrisa de sus labios

«Je! Consideras constantes peleas y discusiones buena crianza? Además de obligarme a entrenar contra mi voluntad... » Le pregunto alzando una ceja

«Discutimos tanto por lo terco que eres! Se nota que sacaste eso de mi! JAJAJAJ. En cuanto a los entrenamientos, provienes de una orgullosa familia de magos de batalla, entrenar el cuerpo es importante»

«Tsk! Sabes q prefiero la magia... El cuerpo es débil en comparación»

«JA! Solo eres un maldito vago, para q lo sepas he acabado con decenas de magos experimentados en segundos solo con mis músculos, no subestimes las capacidades del cuerpo» Dijo recogiendo su manga y contrayendo sus bíceps, maldito presumido...

No me sorprendía su afirmación... Sabía lo fuerte que era, le encantaba presumir de ello. Aunque un mago de 2.10 metros con un bíceps del tamaño de la cabeza de una persona promedio tenía bastante ventaja en el cuerpo a cuerpo...

«Sisisi..., grandes batallas y todo eso, estoy cansado de oírte decirlo, aún así la magia siempre resultará mas complicada, peligrosa y efectiva. Entrenar el cuerpo cuando podría superar mis límites con la magia..., es un desperdicio»

Mi padre suspiró mientras se llevaba sus dejos a la entreceja, esta era discusión que habíamos tenido miles de veces. Aunque tras el suspiro me miró con su típica sonrisa exagerada levantando una ceja

«Ja, Marica!»

«Que mierd-? Viejo descerebrado»

«Blandengue»

«Cavernícola»

«Flacucho desnutrido»

«Saco de músculos sin utilidad»

«Llegamos»

«Bola de- Espera que?»

«Al Gran Salón, llegamos»

Cuanto tiempo llevábamos caminando por los pasillos del castillo? Era jodidamente enorme. Frente a mi estaban las puertas del gran salón donde se realizaría la ceremonia. Claramente el Rey Mago no reparaba en los gastos verdad..? Las puertas de madera blanca medían como 3 metros de alto y estaban llenas de retoques de oro haciendo un complejo diseño del emblema de Cenaria, incluso tenía gemas preciosas incrustadas. Los guardias a su costado traían una reluciente armadura de placas de lo que parecía ser la plata mas fina, con retoques de oro y rubíes incrustados

Y yo que pensaba que mi padre era presumindo... Estaba acostumbrado a los lujos pero,,, Quien mierda gasta tanto en la puerta de un salón? En fin, eso no importaba ahora, al acercarnos 2 guardias apostados a los costados abrieron la puerta para nosotros haciendo una reverencia al permitirnos el paso

El salón era en pocas palabras: Enorme y excesivamente lujoso. Descomunales columnas sostenían el amplio interior. El suelo estaba decorado con losas de diversos colores formando brillantes diseños. Enormes cristaleras se dejaban ver entre las columnas aportando una tenue y agradable luz al lugar. El techo estaba a lo que parecían como 50m de alto, el tope de este decorado majestuosamente con cristaleras oscuras q contaban las historias de antiguos reyes. Y ni hablar de las decoraciones de la estructura. Cientos de Alfombras costosas, cuadros, candelabros de oro, mesas de la mas fina madera, etc

El aire del lugar era muy parecido al interior de las Catedrales Góticas de mi antiguo mundo. Aunque el bullicio del lugar cargado de sirvientes moviéndose de aquí para allá y cientos de nobles pavoneándose por el lugar hacían difícil concentrarse en lo majestuoso de la estructura

Nuestra entrada al gran salón generó bastantes miradas. Aunque no estaban dirigidas a mi exactamente... La tardía llegada del Rey de Ur era lo que captaba los intereses de la mayoría de los nobles. Aunque quitando el cargo... Un tipo de mas de 2 metros exageradamente musculoso con una cabellera y gran barba roja entrando con una amplia sonrisa al lugar era difícil de pasar por alto

La mayoría de las miradas eran de asombro o admiración. No faltaron algunas nobles «solteras» que claramente le hacían ojitos... Si madre estuviera aquí estuviera encendida en celos jsjsjs. El atuendo q había elegido tampoco ayudaba mucho: Una fina y elegante túnica con color base rojo oscuro, en amarillo brillante traía dibujado diversos patrones ornamentarios y un sol en la espalda, el emblema familiar.

La túnica de mangas recogidas y pecho abierto atraía la mirada de las nobles del lugar. Claramente mi madre no fue quien eligió ese atuendo...

Pronto una gran voz proveniente desde el centro de la estructura inundó el salón, se oía imponente y fuerte desde una esquina a otra del lugar.

«TODOS LOS NOBLES HOY REUNIDOS! LES DOY LA BIENVENIDA! HOY CELEBRAREMOS UN ACONTECIMIENTO DE VITAL IMPORTANCIA PARA EL REINO, EL DESPERTAR DE MARKUS ODINSON, HIJO DE JULIUS ODINZON EL REY SUPREMO Y AZGAR MELENAROJA, SEGUNDO HIJO DE AARON MELENAROJA EL REY DE UR!»

Todos los nobles aplaudieron de forma uniforme y elegante ante el anuncio. Por primera vez desde mi llegada la mayoría de las miradas calló sobre mi. Aunque Markus no se veía por ningún lado. Donde estaba la estrella del Show...? De todas formas entre tanto gentío sería imposible encontrarlo

En medio del gran salón se encontraba una especie de pedestal, sobre un suelo elevado, en la punta se vislumbraba una enorme bola de cristal tras la cual una figura encapuchada levantaba las manos y voceaba. Por su túnica color celeste y azul fuerte clásica de los magos cenarios era fácil deducir que era la fuente de la voz. Probablemente usando magia para amplificarla

«AHORA DEMOS LA BIENVENIDA A MARKUS ODINSON!»

Todos aplaudieron nuevamente mientras al otro extremo del salón se abría una gran puerta igual de grande que la de entrada, todos los nobles se apartaron abriendo camino a la pequeña figura que se paseaba con calma y paso seguro por la alfombra roja

«JA! Y ese flacucho será el próximo Rey Supremo?» Miré en shok a mi padre cuando dijo esa frase. COMO MIERDA VAS A DECIR SEMEJANTE COSA DEL HIJO DEL REY SUPREMO ANTE CIENTOS DE NOBLES? Por suerte el sonido de aplausos impidió que alguien mas escuchara

Lancé una patada a su pie llamando su atención (Ni se inmutó ante el golpe) y lo miré seriamente levantando mi dedo indice y llevándolo a mis labios indicándole que callara. Respondió levantando una ceja listo para lanzarme algún insulto por callarle. Pero pronto entendió el gesto dándose cuenta de donde estaba, sin madre aquí para controlarlo podía ser muy hablador... Cerró la boca finalmente retomando su atención en Markus mientras rascaba su barba molesto. Le gustaba ser directo y soltar todo lo que se le viniera a la mente, cosa que no podía hacer rodeado de tantos nobles.

«Maldito desubicado...» Susurré para mi mismo

El pequeño Markus tenía una apariencia peculiar: Delgado, con un pelo oscuro, lacio y largo hasta el cuello, que caía perfectamente hacia los costados. Una cara bonita, acompañado de un pequeño lunar negro debajo de uno de sus cachetes, probablemente sería apuesto cuando crezca... Lo mas peculiar eran sus ojos prismáticos, su iris rebosaba con los colores del arcoíris mesclados entre si. Vestía una túnica negra con toques azul fuerte, joyas incrustadas y hombreras doradas

Caminaba con paso seguro, pero sin inflar su pecho, no se veía muy imponente o presumido para ser el hijo del Rey Supremo... De hecho sus ojos caídos denotaban inclusive... aburrimiento?

Markus llegó al pedestal y todos callaron, el mago presente se concentró, puso una mano sobre la cabeza del pequeño a lo cual este reaccionó visiblemente molesto fulminandole con la mirada, pero este no se movió, era necesario como parte del Ritual

La otra mano del mago reposó con suavidad sobre la bola de cristal, la cual comenzó a emitir una gran luz segadora. El anterior bullicio del salón había sido apagado totalmente, los nobles enmudecían expectantes del resultado

«EL PRÍNCIPE MARKUS ODINSON ES AFÍN A...!»