Ocurrió tan rápido que ninguno de ellos pudo hacer nada al respecto.
En resumen, la puerta no fue bajada suavemente... sino que se dejó caer libremente.
Con un fuerte sonido —¡Baam!—, todos quedaron completamente sorprendidos.
Y pronto, el miedo se filtró lentamente en sus mentes, mientras sentían sus cabellos erizarse uno por uno.
—¿Sus hombres cerraron las puertas por miedo?
—¿Cuántos hombres tenía el enemigo para causar una reacción tan grande de los guardias en la sala de la puerta?
—¿Era el enemigo realmente tan poderoso?
—¡Mierda!
—¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
Los caballeros en formación retrocedieron un poco lentamente... ya que sentían que sus muertes estaban cerca.
La explosión no solo los dejó sordos, sino que también hizo que sus corazones temblaran agresivamente... mientras sentían sus cuerpos estremecerse de horror.
Las granadas tenían un solo propósito... ¡y ese era matar!
Cada aspecto estaba diseñado para ese único objetivo.