El tiempo pasaba rápidamente y, así como así, Baymard había entrado en la tercera semana de junio... y Landon finalmente había vuelto.
—¡Bienvenido de nuevo su majestad! —dijeron los soldados, que estaban cerca del puerto.
Landon miró a su alrededor y sonrió, todo estaba como debía estar.
Cuando se acercaban a Baymard desde el océano, podían ver varios edificios y estructuras en cada Distrito Costero... con la mayoría de los edificios teniendo un enorme letrero de flecha en la parte superior de ellos.
Todos los letreros de flechas apuntaban hacia el 'Distrito I', que era donde se suponía que debían estar los visitantes, comerciantes y pescadores.
Las flechas eran tan masivas, que solo una persona ciega se las perdería.
Y basado en lo que él había dicho antes de su partida, esas flechas debían iluminarse por la noche como todos esos letreros de Las Vegas allá en la tierra.
Parado en el puerto transformado, Landon no pudo evitar asentir en satisfacción.
