—¿Entonces cómo te fue, pequeño Willy? —preguntó Oden.
—¿Hubo algún problema? —intervino Mona.
—¿Es por eso que te has retrasado? —añadió Murel inquisitivamente.
Guillermo miró a su familia impotente.
—Mamá, papá... tíos... todo salió según lo planeado —comenzó a explicar—. La única razón por la que estoy llegando ahora, es porque tenía que recibir algo de la Capital.
Todos fruncieron el ceño al pensar instantáneamente que algo inesperado había sucedido.
—No es lo que ustedes creen —continuó Guillermo, tratando de disipar sus temores—. Es solo que mientras descansaba en 'Ciudad Zambra', recibí una carta de nuestros espías en la Capital. Habían comprado exitosamente varias bolsas de polvo de nieve para nosotros... así que tuve que esperar allí un poco más.
—¿Polvo de nieve? —preguntó Oden, confundido.