—El Palacio Real, Imperio Yodan.
Hoy era el día que todos habían estado esperando.
Esta noche, el rey Maclaine anunciaría al heredero de su trono en el banquete real... antes de anunciarlo al público unos días más tarde.
Por supuesto que todos los nobles estaban invitados a las festividades, así como algunos caballeros y comerciantes importantes dentro de la Capital.
Se creía que en algún momento durante el banquete, el rey Maclaine haría el anuncio.
Por todo el palacio, todos comenzaron a vestirse lo mejor posible para el banquete.
—¡Rápido! ¡Asegúrense de que luzca mejor que esa zorra Ivy! —gritó la reina Sedora.
Las criadas trajeron apresuradamente todas sus joyas y el vestido seleccionado para la ocasión.
Solo con mencionar el nombre de Ivy, Sedora quería destrozar todo dentro de su habitación.
Era toda culpa de esa p***.
Desde que Sedora se había acostado con Maclaine, había empezado a tener todos esos feos sarpullidos, granos y forúnculos por todo su rostro y algunas partes de su cuerpo.
Los boticarios habían dicho que probablemente había tenido una reacción alérgica por comer algo... pero no podía identificar a qué era alérgica.
Por esto, siempre tenía que llevar un velo ligero cuando salía, y también un montón de maquillaje en la región de la frente... para hacer que los granos se vieran menos visibles.
En su mente, era definitivamente culpa de Ivy.
Aunque no sabía cuándo o cómo Ivy había colado esos alimentos en sus comidas, eso no significaba que aceptaría el hecho de que Ivy fuera inocente.
En su mente, puesto que era una alergia, entonces tenía que ser algo comestible.
—Madre, por favor calma tu ira —dijo el príncipe Benedict, ya que no quería que otros escucharan a su madre gritando a todo pulmón.
—Beny, ¿cómo puedo estar tranquila? ¡Esto es todo culpa de esa puta! —respondió Sedora.
—Madre, ¿por qué te preocupas tanto por esa mujer loca? Después del asunto de hoy, ¿continuará siendo una amenaza para nosotros cuando me convierta en el príncipe heredero? —dijo Benedict.
—Madre, no te preocupes... cuando hermano se vuelva rey, entonces todos nosotros le daremos una lección —dijo la princesa Diaz intentando suprimir su enojo.
—Hmm solo sé paciente por esta noche, mamá —agregó el príncipe Lupinia.
De hecho, las 2 princesas no estaban enojadas con Ivy en absoluto... estaban más enojadas por el hecho de que su madre no había podido convencer a su padre de hacerlas a ellas las gobernantes del imperio.
¡Está bien! No destacaban en nada más que en costura, literatura y poesía... pero ¿no podrían aprender a manejar una espada y a luchar sobre la marcha?
Si su padre solo les diera la oportunidad, entonces podrían demostrar que eran tan buenas gobernando el imperio como cualquiera de sus hermanos.
Concedido, no sabían mucho sobre la geografía, los comercios y la gente dentro del imperio... ¿pero qué más daba?
¿No era la Capital el único lugar importante dentro del imperio?
Ya que conocían la Capital lo suficientemente bien, ¿no significaba eso que eran lo suficientemente competentes para ser Rey?
En sus ojos, su padre era solo terco y egoísta... mientras que su madre era solo una traidora que había dado la espalda a sus hijas por su hijo.
¿Por qué tenía que ser Benedict quien compitiera por la corona y no ellas?
Con todos estos pensamientos pasando por sus cabezas, ¿cómo no iban a estar enojadas?
Los ojos de Sedora se iluminaron al mirar a su sobresaliente hijo y a sus 2 hermosas hijas.
—Beny, ¿cómo fue?... ¿Estaba tu padre contento con tu trabajo? —preguntó Sedora.
Desde que supieron que Maclaine iba a elegir un sucesor, todos los príncipes habían estado haciendo lo mejor posible en sus estudios.
Justo la semana pasada... Benedict fue elogiado inequívocamente por el maestro real, sobre sus habilidades de esgrima en presencia del rey Maclaine.
Maclaine rió y miró al segundo príncipe Benedict orgulloso, como si ya hubiera decidido hacerlo príncipe heredero.
Después de ese día, Maclaine venía a practicar con Benedict todas las noches.
Ya se especulaba por todo el imperio que Benedict era el Elegido para el espectáculo de hoy.
Cuanto más lo pensaba Sedora, más feliz se volvía.
¿Y qué si su rostro estaba cubierto de granos? Ella aún tenía un cuerpo espectacular y su hijo definitivamente sería rey
Como iba a llevar un velo hoy, nadie descubriría su condición... por lo tanto se sentía un poco mejor.
Se burló al pensar en Ivy y su hijo Malfoy.
En el lugar de Ivy, la atmósfera también estaba tensa.
Ivy estaba furiosa con solo pensar en el hijo de Sedora.
Todos los príncipes eran buenos en aspectos particulares (materias) dentro de sus estudios.
Por ejemplo, aunque el príncipe Benedict era sin duda el mejor en esgrima, también era uno de los más débiles en cuanto a tácticas de batalla.
Lo mismo se podría decir de la mayoría de los príncipes... y el príncipe Malfoy no era la excepción.
En el caso de Malfoy, él sobresalía en tácticas de guerra y era promedio en cuanto a esgrima.
¿No eran acaso las tácticas de guerra también importantes? ¿Por qué Maclaine se emocionaba tanto solo cuando se trataba de Benedict?
Hace un tiempo, habría estado demasiado segura... pero cuanto más ella y Sedora se enfrentaban, más sentía que sus metas no serían tan simples de lograr.
Ese maldito villano probablemente usaría algún método deshonesto, con tal de hacer a su hijo rey.
¿Quién sabe si habrá visitado a la matrona para tener su voto?
De hecho, Ivy también estaba muy escéptica hacia la matrona también.
Aunque la mujer actuaba como si solo fuera justo que el primer príncipe fuera el príncipe heredero, uno nunca podía estar demasiado seguro al tratar con una grandísima prostituta como ella.
Como su difunta madre siempre había dicho... uno necesitaba tener mucho cuidado al tratar con p**** y p***s, especialmente aquellas que se acostaban a su alrededor.
—Madre... no te preocupes demasiado... estoy seguro de que aún me convertiré en el príncipe heredero. Aunque padre alaba a hermano abiertamente, también me alaba mucho dentro de su estudio. Sin estrategia, ¿cómo podría alguien esperar mantener seguro este imperio? No te preocupes madre, estoy seguro de que padre también sabe este hecho —dijo Malfoy.
—¡Mejor que lo sepa!... o si no le torceré el cuello yo misma! —exclamó Ivy.