Septiembre había pasado, y finalmente era octubre.
Y finalmente, alguien decidió honrar a Baymard con su presencia.
—¡Ho ho!.. ¿me extrañaste, hermanito? —dijo Santa mientras le daba un gran abrazo a Landon.
—Hehehehe... ¿Entonces finalmente te acordaste de mí?.. Pensé que solo tendría que verte el próximo año».
—¿De qué hablas?.. ¿cómo podría atreverme a olvidar a mi hermanito?.. ¿crees que soy tan desalmado? —dijo Santa con aspecto ofendido.
—Hablando de eso... hermano, ¿de dónde sacaste esta ropa... la compraste?.. ¿dónde puedo conseguir la mía?
Los ojos de Santa brillaron mientras continuaba mirando a Landon de pies a cabeza.
Landon llevaba una chaqueta larga gruesa, pantalones negros, una camisa azul gruesa y una bufanda negra.
—Hehehe... hermano... para ser honesto, se hizo aquí... no te preocupes, Baymard pronto comenzará a venderlas.
Landon no quería comenzar a exportar productos hasta que estuviera seguro de que Baymard estaba al menos 90% seguro.
Solo podría comenzar la exportación cuando hubiera fabricado más armas militares.
Si enviara productos ahora, llamaría la atención de la gente hacia Baymard.
Algunas personas incluso podrían navegar hasta aquí solo para ver el lugar... y si se dieran cuenta de que tenía aún más productos, podrían traer más gente para atacar a Baymard.
La mayoría de las naciones y los imperios en esta época, estaban impulsados por la codicia y el deseo de dominar otros territorios.
Incluso cuando Landon había asistido a la subasta en la Capital, había escuchado cómo Arcadina todavía estaba peleando con Terique por tierra.
Entonces ¿qué pasaría si la gente se diera cuenta de que Baymard era básicamente una mina de oro?
Esta gente codiciosa nunca le permitiría tener paz.
Por ahora, era mejor mantenerse discreto y seguir fortaleciéndose constantemente.
Por lo tanto, por ahora, Landon solo comerciaba sus minerales, materias primas y tiza.
Aunque la Tiza era asombrosa, no era tan asombrosa como para que la gente navegara sobre el océano o cruzara fronteras solo para conseguirla.
Por lo tanto, Landon sentía que era una idea segura seguir vendiéndolas.
—Bro... espero ser el primero en conseguirlas una vez que comiences a venderlas —dijo Santa emocionado.
Él podía adivinar la razón de su hermanito detrás de no vender estos artículos ahora, pero eran tan buenos... especialmente en este su pequeño hermano.
Tomar estos bienes ahora, no solo pondría en peligro a su pequeño hermano, sino también a él.
Algunos de sus enemigos podrían contratar asesinos o miembros de pandillas, para amenazarlo a él y su familia en Carona, solo por información sobre los bienes.
Por lo tanto, él también decidió que solo estaba bien venderlos, cuando Baymard estuviera abierto para todos.
Pero cuanto más miraba la ropa, más curiosidad tenía sobre qué otros productos estaban incluidos dentro de Baymard.
Cada vez que se realizaba un negocio, él o sus subordinados, solo lo hacían en la cubierta junto a las orillas.
Fue solo durante su primera reunion con Landon, que había visto las regiones inferiores de Baymard.
Estaba arbustivo, las granjas recién habían comenzado a producir alimentos y la gente se centraba principalmente en extraer los minerales.
Habían pasado varios meses desde la última vez que había visto el territorio... y aunque tenía curiosidad, sabía que no debía entrometerse demasiado en los asuntos de su hermanito.
—Está bien está bien hermanito... pasemos al grano.
Mis hombres me dijeron que también querías gente instruida... así que encontramos a 507 hombres instruidos en los mercados de esclavos.
Algunas de estas personas provenían de familias de comerciantes y habían sido vendidas y traicionadas por sus familias... mientras que otros aprendieron mientras trabajaban con otros amos como esclavos.
—Hermanito, puedo asegurarte que muchos de estos esclavos instruidos solían dirigir los negocios y las casas de sus amos... así que definitivamente no te decepcionarán.
Mientras los dos hombres charlaban, sus subordinados comenzaron a cargar y descargar cosas hacia y desde el barco de Santa.
Los trabajadores de Landon cargaban los minerales y la tiza, mientras que los subordinados de Santa descargaban bolsas de semillas y animales... los esclavos/refugiados también bajaban de los barcos.
Y una vez que Santa finalmente se fue, Landon procedió a acomodar a los niños, los ancianos, y aquellos que se habían ofrecido como voluntarios para ser soldados, médicos/enfermeros, cocineros y cuidadores.
A continuación, decidió comenzar con los esclavos instruidos.
La razón por la que los necesitaba ahora, era para poder capacitarlos y que ocuparan varios puestos administrativos en todo Baymard.
Decidió que mientras recibieran entrenamiento bajo su tutela, asignaría a algunos de ellos como: secretarios, contables, auditores, recepcionistas, etc.
Necesitaba que cada departamento industrial...así como hospitales, escuelas, militares y todas las demás áreas dentro de Baymard, tuvieran a estas personas trabajando en ellas.
Landon quería asegurarse de que el dinero se estuviera circulando adecuadamente en Baymard.
Algunas de estas personas también trabajarían en las oficinas de nóminas de cada industria, hospital, etc.
Actualmente, las nóminas eran manejadas por todos los supervisores, doctores, y otros personales con posiciones de trabajo más altas.
Lo cual claramente no era su trabajo, por lo tanto, Landon había pedido esclavos instruidos para aliviarles.
En cuanto a los nuevos contadores, necesitaban rastrear los ingresos y gastos de cada lugar de trabajo... así como proporcionar información financiera sobre todo lo concerniente al lugar de trabajo.
Entonces, si por ejemplo hubieran comprado botes de basura, Landon quería ver cuántos compraron, dónde y cuándo los compraron, el importe de cada bote de basura, etc.
Quería informes financieros y documentos detallados de todo lo que se compraba y pagaba dentro de esos lugares de trabajo.
Y por supuesto, una vez que los contadores hubieran realizado sus estados financieros, los auditores los revisarían para asegurarse de que fueran correctos.
Landon también esperaba que todos los contadores jefes, auditores y secretarios de cada departamento, siempre asistieran a reuniones con los supervisores y supervisores... Para hablar sobre presupuestos y decisiones financieras inteligentes.
Por supuesto, su trabajo principal era asegurarse de que todos los trabajadores recibieran su pago... y que la industria u otro lugar de trabajo no se fuera a la quiebra.
Los Secretarios, por otro lado, manejarían todos los papeleos dentro del lugar de trabajo... desde responder llamadas hasta programar reuniones y demás... estas personas lo harían todo.
Y por supuesto, en el futuro, algunas de estas personas también trabajarían en Bancos, Oficinas gubernamentales que se ocuparan de exportaciones, importaciones, seguros, la Agencia Gubernamental de Ingresos de Baymard, y así sucesivamente.
En cuanto a su capacitación, ya fueran secretarios, contadores, auditores o recepcionistas... Landon había decidido que todos ellos aún asistirían a todas las clases impartidas dentro de Baymard.
Así como: cursos de contabilidad, emprendimiento y atención al cliente... que serían impartidos personalmente por él.
Landon esperaba que los trabajadores trabajaran mientras se capacitaran. Por lo tanto, ganando experiencia y teoría al mismo tiempo.
Y al final de la semana, todo lo que habían hecho en el trabajo, sería revisado personalmente por él.
No había manera de que Landon esperara a que usaran varios años aprendiendo estos conceptos...(como lo hacían los estudiantes universitarios en la tierra).
Por lo tanto, solo podían aprender en el trabajo, y con la ayuda de sus clases.
Solo de esta manera podrían aprender más rápido.
Una vez que terminó con esos esclavos instruidos, ahora le quedaban 5497 trabajadores.
Finalmente, era hora de hacer nuevos productos.