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Chapter 69 - ¿Qué estaba pasando? - Parte 3

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Debido a Penélope, a lo largo de los años, Carona había aceptado más de 200 caballeros femeninos en sus filas.

No era mucho, pero aún así era un progreso para las mujeres en todo el imperio.

Era una heroína para todos.

De hecho, cualquiera de la tierra diría que se parecía a Akame en Akame ga kill.

Era extremadamente hermosa y su cabello negro azabache la hacía parecer una diosa de la luna.

Era valiente, leal y lo más impactante era que sus habilidades con la espada podrían avergonzar al 90% de los caballeros.

Lo gracioso de ella era que no entendía en absoluto las relaciones entre hombres y mujeres.

Una vez, un caballero le dijo que cuando la miraban, tenían un dolor de amor en el corazón.

Todo lo que ella entendió en esa frase fue "mirar" y "dolor de corazón".

Desde entonces, cada vez que lo veía, lo llevaba al palacio de cualquier sanador.

Lo llevaba al estilo princesa mientras pedía al sanador que le revisara el pulso.

Hahahaha... todos los demás caballeros en entrenamiento siempre se reían de la escena.

Para ellos, ella era una auténtica dura.

Fue en ese momento cuando la mayoría de los caballeros comenzaron a darse cuenta de que se sentían atraídos por mujeres fuertes.

¿Quién quería a todas esas chicas que siempre esperaban a que tú las rescataras?

Se dieron cuenta de que una mujer no necesariamente tenía que luchar, pero necesitaba tener estándares. Necesitaba ser capaz de usar su cerebro y no depender de un hombre para que siempre usara el suyo por ella.

Penélope realmente había cambiado el juego en Carona... Ahora, debido a ella, las mujeres querían hacer otros trabajos.

Y ahora, se había convertido en la primera gobernante femenina en la historia del mundo, Hertfilia.

Si la princesa Jenette Barn supiera de esto, definitivamente querría separar la cabeza de Penélope de su cuello.

¿Cómo se atreve Penélope a tomar su sueño de ser la primera gobernante femenina y su brillo?

Penélope era profundamente respetada por los caballeros y también era considerada como su pequeña princesa.

Tenía todo un club de fans de caballeros, y si algún chico intentaba invitarla a salir de nuevo, esos caballeros mandaban dagas con la mirada en su dirección.

Lo gracioso era que ella estaba completamente ajena a estos sucesos.

Viendo cómo la gente aplaudía aún más fuerte, Carmelo estaba seguro de que había tomado la decisión correcta.

Después de los ensayos, Carmelo, Adrian, Samuel y algunos otros ministros se reunieron para revisar todas las respuestas que sus hijos les habían dado.

Además, antes de los ensayos nobiliarios, había pedido a sus guardias secretos que vigilaran sus acciones.

Lo que más le dolió fue que anduvieran amenazando a los ciudadanos y nobles para que votaran por ellos.

¿Cómo podía entregar todo su arduo trabajo a esos muchachos arrogantes? Simplemente derribarían todo su trabajo y el de Adrian a lo largo de los años.

Y sus respuestas a sus preguntas también eran exasperantes.

Sus respuestas mostraron que eran demasiado codiciosos, egoístas o demasiado arrogantes.

Ese mismo día, llamó a Penélope para que viniera.

Ella respondió las preguntas de manera excelente delante de todos ellos e incluso juró un juramento sobre ello.

Ella misma no tenía idea de por qué le harían preguntas tan obvias.

¿No es el deber de un caballero luchar por su imperio? ¿No es el deber de un caballero dar su corazón y alma por la gente?

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Mientras los hombres escuchaban su explicación para una respuesta obvia, casi escupieron sangre.

—¿No puedes seguir deshonrando aún más a tus hermanos? Puede que a ti te parezca fácil, pero todos ellos fracasaron lamentablemente.

De hecho, incluso si un examinador multiplicara cualquier número a sus notas, el resultado no cambiaría. Cero, multiplicado por cualquier cosa todavía te daría cero.

—¡Qué absoluta desgracia!

De hecho, Penélope no sabía sobre los ensayos, ya que simplemente no prestaba atención a nada más que a sus deberes.

Antes de que ella saliera de la sala, le habían dicho que sería la gobernante, lo que la sorprendió por primera vez en su vida.

Pero después de 10 segundos, se encogió de hombros y siguió con sus deberes.

Mientras todos vitoreaban, los 3 príncipes estaban furiosos por dentro.

—¿Acaso no eran príncipes? ¿No se suponía que el trono les pertenecía? ¿Cómo era esto justo?

Penélope salió adelante con su espada en la cintura y se arrodilló frente a su padre.

—Puedes levantarte —dijo Carmelo.

Luego se hizo a un lado y le permitió ocupar su lugar en la terraza. Ella tomó el megáfono del anunciador real, lo que también sorprendió a todos.

—Princesa, hablar es el trabajo del anunciante, ¿verdad? —estaban verdaderamente indefensos contra ella, pero realmente no les importaba. Todos sabían que su princesa era la más densa de todas.

—Me siento honrada de ser nombrada como la nueva gobernante de Carona. Prometo que daré todo de mí para gobernar Carona de manera justa, y con la misma competencia, fuerza y voluntad que tengo cuando entreno con mi espada. Los protegeré a todos, y continuaré asegurando que la paz y la prosperidad reinen dentro del imperio. Con mi padre, tío y abuelo guiándome, sé que podré cumplir con mis deberes como su Reina».

Mientras hablaba, se arrodilló como un caballero y les dio su solemne juramento.

La gente se conmovió profundamente con su discurso, uno necesitaba saber que ella tomaba su entrenamiento con la espada mucho más en serio que su vida. Que ella dijera que los pondría al mismo nivel que su entrenamiento, realmente conmovedor.

—¡Viva la Reina Penélope! —¡Viva la Reina Penélope!

Mientras la gente vitoreaba, los ministros y nobles que previamente habían votado por los príncipes, estaban verdaderamente felices. Después de todas las amenazas y advertencias que habían recibido de esos alborotadores, sintieron que se había hecho justicia.

Aquellos que solo tenían hijas estaban preocupados de no haber tomado la decisión correcta.

—¿Quién sabía si alguno de estos príncipes vendría en busca de venganza?

Habían escuchado todas las cosas crueles que los reales de otros imperios hacían, así que ¿quién podía decir que estos príncipes, que los amenazaron, no harían lo mismo?

Habían visto a estos príncipes crecer y conocían sus malas personalidades.

Como nobles, sus hijos podían asistir a las mismas clases de caballeros que los príncipes, ¿cómo no iban a saberlo?

Algunos de sus hijos habían sido golpeados hasta quedar morados y negros porque no estaban de acuerdo con alguno de los príncipes.

Pero ahora, finalmente podían descansar tranquilos.

Era verdaderamente un buen día en Carona.

Santa sonrió al ver el giro de los acontecimientos.

Los vientos del cambio estaban soplando en Carona, y ahora, finalmente podría comenzar a viajar de nuevo después de la coronación el próximo mes.

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