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—De hecho, luego del combate con Mo Guxin, quienes habían visto competir a ambos admitirían que tanto Mo Guxin como Chu Hao podrían clasificarse como súper genios, pero nadie los había colocado jamás en el mismo nivel que Cao Jingwen.
—Indignos.
—Ese era el mayor genio de todo el Condado de Tianhe. Un área tan vasta, tantos jóvenes talentos en artes marciales, y sin embargo, solo cuatro individuos habían logrado destacarse en una competencia tan feroz. ¿Hasta qué punto llegaba el talento de Cao Jingwen?
—Era ciertamente una presencia excepcional en la Secta Yunliu, otros en su presencia eran como luciérnagas ante la brillante luna, completamente sin cualificaciones para compararse.
—Pero ahora, todos tenían que admitir que había emergido finalmente una segunda figura monstruosa, capaz de desafiar el estatus del hermano mayor.
