La chica frente a él medía unos ciento sesenta y siete o sesenta y ocho centímetros de altura, con un par de sandalias de tacón alto rosadas en sus pies. A diferencia del atuendo delicado que usó la noche anterior en el Jardín Tianxiang, la chica ahora llevaba un vestido de verano a rayas azules y blancas, con su cabello largo y cascada cayendo sobre sus hombros.
Parecía no estar maquillada, o si lo estaba, era muy ligero. A pesar de esto, su impresionante rostro no mostraba ni una sola imperfección.
Chu Mo podía detectar un leve aroma a flores en ella, como si apenas estuviera allí.
Al igual que él, su delicada nariz también estaba adornada con un par de gafas, pero Chu Mo notó que sus gafas carecían de lentes; solo tenían monturas.