Apoyado perezosamente en el suave sofá, Chu Mo dijo con casualidad:
—Pareces tenerle realmente miedo a tu papá, ¿eh? Te dice que vengas y ¿tú solo vienes?
—No realmente —dijo ella. A diferencia del indolente Chu Mo, la joven de la familia Fan se sentaba erguida incluso mientras estaba sentada, su entera actitud emanando un aura elegante mientras hablaba suavemente:
—He vivido en América desde que era joven y solo regresé este año. Sin embargo, no estoy acostumbrada a la vida aquí y quiero desarrollar mi carrera en América, pero a mi papá no le gusta la idea.
—Hice un trato con mi papá: dentro de un año, él me presentaría diez posibles pretendientes para citas arregladas. Si no estoy satisfecha con ninguno de ellos, me dejará ir a América. Tú eres el sexto. Si no me presento, entonces no contaría y él tendría que encontrar otro sexto pretendiente por mí.