—Sin embargo, ahora claramente no era momento para perderse en los recuerdos; todavía estaba preocupada por sus compañeros, angustiada por los varios cientos de millones de compensación en el fondo de su corazón.
—El dinero de Año Nuevo y la mesada que había ahorrado durante dieciocho años, en total, no sumaban más de unos miserables 1.3 millones, ni siquiera suficiente para tapar un hueco entre sus dientes.
—Zhao Lili, sin ánimo para conversar, asintió ligeramente al joven que tenía enfrente como forma de saludo. Justo cuando estaba a punto de desviar la mirada, de repente vio al joven frente a ella revelar una sonrisa.
—Una sonrisa brillante, de esas en las que hasta se muestran todos los dientes perlados.
—Con los ojos muy abiertos llenos de asombro, el rostro de Zhao Lili registró su sorpresa. Entonces, el sonriente Chu Mo dijo despreocupadamente:
—Te llamas Zhao Lili, ¿verdad? Puesto que este hermano aquí es tu amigo, me ocuparé de este asunto por ti, Lili.