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La lujosa pero tranquila Villa Número Uno Mansión del Emperador se llenó de los conmovedores sonidos de un glorioso himno de batalla.
—Fuego ardiendo,
—Proyectando una sombra,
—La gente observa,
—Esperando la caída,
...!
En justo el instante en que la voz cantante resonó en sus oídos, todos en el salón, incluyendo a diez sirvientas, no pudieron evitar temblar.
Detrás de Chu Mo, Annie, con su cabello azul y amarillo a la altura de los hombros, inconscientemente abrió los ojos de par en par.
Como estudiante de intercambio del Instituto de Arte, tenía una sensibilidad innata a la música. En este momento, mientras el eco de la canción permanecía en su mente, enfocó instantáneamente su mirada en la chica impresionantemente hermosa frente a ella,
La chica al frente, quien poseía una belleza que incluso ella envidiaba, había pronunciado sólo unas pocas palabras. Sin embargo, Annie aún podía escuchar claramente que la resonante canción provenía de sus labios.
