Chu Mo envió a alguien al día siguiente para entregar la pieza de porcelana que había adquirido por cien millones en la subasta a Ren Wenxuan, el presidente de Entretenimiento Shangyuan. El destinatario inmediatamente realizó una llamada telefónica para expresar su gratitud.
Aunque si no hubiese sido por la intervención de Chu Mo, podría haber asegurado la cerámica por poco más de veinte millones, pero terminó siendo agitada hasta los cien millones...
El hombre, que estaba en sus cincuentas, ligeramente sobrepeso y con un aire de distinción, fue extremadamente cortés por teléfono. Primero elogió profusamente los recientes desarrollos en Entretenimiento Shi Yuan, y luego sugirió casualmente que esperaba aumentar la cooperación con una compañía tan joven...
El plan transcurrió sorprendentemente bien.
En la noche de la subasta, la acción de Chu Mo de pisotear fuertemente los pies de la prestigiosa familia Wu de Modu impactó enormemente a los magnates presentes.
