Chu Mo, naturalmente, fue quien apareció en la puerta de la sala de reuniones. Acababa de despedir a Tao Yun y se encontró sin nada que hacer, así que decidió pasar por Shi Yuan Entretenimiento.
Él y Tao Yun habían ido de compras la tarde de ayer, con un gasto total que alcanzó la asombrosa cifra de 3.2 millones.
Chu Mo ni siquiera podía recordar cómo habían gastado todo ese dinero; mientras Tao Yun mostrara un interés extra en algo, su respuesta siempre era la misma: "Compra, compra, compra".
Ropa, zapatos, pañuelos de seda, gafas de sol, y por supuesto, los perfumes naturales y cosméticos no podían faltar.
No sentía ni el más mínimo dolor de corazón. Tener dinero ilimitado era una cosa, pero más importante, Tao Yun era su primera mujer, lo que le otorgaba un significado especial en su vida.
Para ella, ninguna cantidad de dinero gastado parecía suficiente para Chu Mo.