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—Esta pregunta en realidad no era muy difícil de responder —excluyendo a su prima Chu Xiner y a la completamente desconocida Su Xiaoya sentada frente a él, sus opciones se limitaban a Song Xiaoxi con sus ojos en forma de media luna, la joven Tao Yun y la fría belleza Zhou Yuanyuan.
Para ser honesto, Chu Mo no había prestado mucha atención a las tres chicas antes. Incluso mientras almorzaba con ellas, se había centrado más en su prima Chu Xiner. Después de separarse de ellas, se vio atrapado con varias cosas y, naturalmente, no tuvo tiempo de pensar en ellas.
Sin embargo, cuando vio la dulce y soleada sonrisa de Zhou Yuanyuan anteriormente, Chu Mo de hecho sintió una ráfaga de asombro. Ese momento de palpitar el corazón definitivamente no fue fingido, así que la respuesta surgió con bastante facilidad.
—Sí, ¡la tengo! —al caer sus palabras, las expresiones de las chicas a su alrededor cambiaron de inmediato.
