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La madre de Chu Mo trabajaba en una empresa estatal con un desempeño mediocre, registrando membresías; con un sueldo fijo de cuatro a cinco mil al mes, era un trabajo relajado y cómodo.
Su padre era diseñador en una compañía privada de publicidad. Dado que su madre tenía un empleo de tazón de arroz de hierro, la familia solo permitió tener un hijo. A eso se sumaba que el primogénito, Chu Mo, era varón, por lo que se convirtió bastante directamente en hijo único.
En la generación anterior, su padre tenía dos hermanos, haciendo de Chu Mo el sobrino de un tío y una tía.
La tía se casó lejos, y durante los primeros años, lograba regresar para las fiestas. Sin embargo, después de eso, el contacto se hizo menos frecuente, y en los últimos años, incluso durante las celebraciones de Año Nuevo, rara vez se le veía.
En cuanto a la familia del tío, era una historia diferente, bastante próspera y fructífera.
