El sol de la tarde brillaba a través de los huecos de las nubes blancas y esponjosas, aterrizando en la retina. La luz solar de mediados de octubre ya no llevaba el ardor de los días de verano; en cambio, ofrecía una comodidad relajante que calmaba el corazón.
Había estado lloviendo en la Ciudad Capital estos últimos días, así que el clima despejado de hoy era un placer raro, con temperaturas alrededor de los veintiuno o veintidós grados que lo hacían el momento perfecto para sentirse a gusto.
Frente a las puertas de la Universidad Shui Mu, Chu Mo se encontraba con un comportamiento calmado y elegante en su atuendo casual.
Tres años después de graduarse, había enfrentado los bajones de la vida, experimentando un período agotador en el que no pudo encontrar trabajo durante más de medio año. Sin querer preocupar a sus padres y familiares, mintió sobre que su situación estaba bien y, por lo tanto, no recibió ningún apoyo financiero de ellos.
