—¡Maldita sea! —maldijo.
Grandes cantidades de tierra roja habían caído y enterrado la entrada al túnel otra vez.
—¡Gu Agarre de Puño de Hierro!
En el aire, Tie Xue Leng tomó una profunda inhalación y extendió lentamente su mano derecha cuando sintió que era el momento adecuado.
Hubo una ondulación en el aire frente a él y apareció una gigantesca mano de hierro negro; parecía lenta pero se posó sobre la cola de la Pitón de Río Sanguíneo en momentos.
La Pitón de Río Sanguíneo luchó ferozmente, y con sus escamas húmedas y cuerpo resbaladizo, la mano de hierro se resbaló de ella y estalló con luz dorada-roja.
Tie Xue Leng, sin embargo, tenía mucha experiencia en batalla y no se desanimó. Levantó ligeramente la cabeza, infló sus mejillas y sopló fuertemente hacia la Pitón de Río Sanguíneo.
—¡Whoosh! Aceite negro cayó como una cascada y tomó la forma de un dragón en el aire, antes de lanzarse hacia la Pitón de Río Sanguíneo.
—¡Gu Dragón de Aceite!
