Esta chica realmente no sabía cómo hablar, usando un discurso tan áspero.
Ling Han sonrió ligeramente y dijo:
—No te preocupes, definitivamente viviré hasta los cien años.
—¡Me preocupa! —Chi Hua Lan volvió a bufar.
Ling Han no pudo evitar pensar en Liu Ru Er, quien también le gustaba bufar.
¡Cariñosa y orgullosa!
Después de etiquetar a Chi Hua Lan en su mente como tal, sacó el libro de bitácora, echándole un vistazo de nuevo.
Chi Hua Lang naturalmente no sabía qué cosa tan preciosa tenía Ling Han en la mano —¡incluso permitía a uno atravesar la formación! Se sentó con las piernas cruzadas; aunque tomó una píldora medicinal, todavía necesitaba coordinarla con la circulación de Poder de Origen para recuperar sus heridas.
Ling Han cerró rápidamente el libro de bitácora y comenzó a caminar adelante.
