El joven que había entrado junto con Li Si Chan mostró una expresión de enojo —¿Quién se atreve a ser tan audaz como para faltarle el respeto a un alquimista?
—¡Es He Jun Chen! —La ceja de Qi Yong Ye se frunció inmediatamente—. ¡Un Discípulo Verdadero, segundo nivel del Nivel Manantial Emergente!
No había hablado con voz baja, ya que trataba de prevenir a Ling Han sobre este recién llegado formidable.
Wei He Le, por otro lado, sonrió. Con un élite en el segundo nivel del Nivel Manantial Emergente como su apoyo, entonces no importaba cuán fuerte fuera Ling Han, no era posible que él revirtiera la situación. Dijo —Gran Hermano He, este muchacho es demasiado arrogante. Acosó primero al hermano menor del Hermano Mayor Discípulo Feng Yan, Feng Luo, y como no podía simplemente no hacer nada, dije algunas palabras de justicia. Y él reaccionó dándome una bofetada hasta tirarme al suelo.
—Oh, entonces realmente me gustaría ver, ¿quién es tan impresionante? —dijo He Jun Chen fríamente.
