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La mano de Hu Bo sostenía su espada desenvainada. Su estatus era noble; él estaba en la clase social más alta por debajo de la familia imperial del País de la Lluvia, sin embargo, había sufrido realmente una lesión por parte de otra persona. Esto había infligido un duro golpe a su autoestima, y no había manera de que su ego pudiera aceptar que algo así ocurriera, ¡así que su deseo de borrar a este futuro gobernante aumentó aún más!
Cinco destellos de Espada Qi, que podrían considerarse una existencia lo suficientemente fuerte entre los gobernantes.
—¡Hoy no podrás matarme, ni podrás hacerlo en el futuro, solo morirás por mi mano! —dijo profundamente Ling Han. Desde el momento en que Hu Bo cometió un asesinato dentro de los terrenos de la Residencia del Clan Ling, eso ya significaba que el destino de este hombre estaba sellado; ¡ni siquiera los dioses podrían cambiar su destino!
—Porque este era un hombre al que tenía intención de matar.
—Hu Bo, ¿qué estás haciendo aquí?
